La primera concesión entre Jerez y el Puerto de Santa María, bajo proyecto del ingeniero Constantino Ardanaz, permitió constituir en 1852 la sociedad “Ferrocarril entre Jerez de la Frontera al Puerto de Santa María y Cádiz”, cuyas obras comenzaron en mayo del mismo año y se desarrollaron bajo la dirección del ingeniero M. Mayo.
En 1853 cubría ya el tramo desde Jerez al Castillo de Matagorda, las cocheras de Jerez y el viaducto de Vallesequillo, sobre terrenos sin dificultades excepto los cruces de los ríos Guadalete y San Pedro mediante puentes provisionales.
En cuanto la llegada a Cádiz el 7 de noviembre de 1853 se autorizó al concesionario Rafael Sánchez Mendoza a iniciar las obras y se aceptó la propuesta del Ayuntamiento de Cádiz y sus principales contribuyentes de asumir los déficits de los primeros 20 años de la explotación. También se aprobaban por Fomento las condiciones facultativas de las secciones del Puerto de Santa María a Cádiz y de Cádiz a Sevilla.
El Estado abonaría a Sánchez Mendoza 3.400.000 reales de vellón por legua. Los trabajos comenzaron el 19 de noviembre de 1853.
Luis José de Sartorius, Ministro de Obras Públicas en el Gobierno de Narváez, favoreció ampliamente a Sánchez Mendoza. Sartorius fue diputado a Cortes y Ministro de la Gobernación y Presidente del Consejo de Ministros, cargos desde los que se movió con para atender las relaciones con Sánchez Mendoza. De hecho, cuando se le anuló la concesión se le abonó lo invertido hasta el momento incluyendo el valor del proyecto, obras, acopio de material y lo invertido en los distintos recursos y pleitos. Como consecuencia de estas actuaciones Sartorius se vio envuelto en un caso de escándalo con la solicitud de una investigación profunda del caso.
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