La primera referencia que encontramos para la implantación del tranvía en la ciudad de Cádiz tiene fecha de 29 de septiembre de 1872. En su explicación de motivos se indica que el aumento de viajeros por tren en Andalucía había provocado un movimiento de pasajeros desde el centro de las ciudades hasta las estaciones de ferrocarril.
El texto abunda en la idea de que estos desplazamientos debían ser lo más rápido, cómodo y económico posibles. Concretamente hace referencia a la línea Cádiz - Sevilla, a la que califica como la más importante de Andalucía, y dice que en Sevilla y Jerez ya existía este medio de transporte pero no en la ciudad de Cádiz, la cual considera como cabeza de línea.
Posteriormente, el 22 de febrero de 1876, aparece un documento mediante el cual el gobierno provincial envía al ayuntamiento gaditano un proyecto de tranvía a cargo de Freitas Reys, sin más concreción.
Más concreto es el proyecto que recibe el ayuntamiento desde el Gobierno Civil con fecha 9 de marzo de 1888 y presentado por Salvador Viniegra. Se refiere un tranvía que iría desde la plaza de San Francisco hasta la de San Lorenzo, en Puntales. Incluía el proyecto un ramal desde la plaza Isabel II (actual plaza de San Juan de Dios) hasta la estación de ferrocarril. El concesionario del proyecto fue Mr. Braneion pero caducó sin que se llevara a cabo ya que los inversores estaban ya planeando otros proyectos de mayor envergadura.
El 11 de junio de 1896 la Gaceta de Madrid publica un proyecto de Eugenio Mostrad, vecino de Lyon, para un tranvía eléctrico por varias calles interiores y extramuros. La administración concedió el plazo de un mes para que se presentaran otros proyectos que mejoraran el de este solicitante.
Esta fotografía publicada por Jorge Arce en el grupo “Cádiz en el recuerdo” de Facebook merece un comentario por los detalles que recoge. A la derecha vemos la fábrica de tabacos y al fondo la estación con la fachada despejada sin el edificio de la Aduana que le pusieron delante. Se ve las dos alas que servían una para la llegada de viajeros y otra para las salidas así como todo el frontal y los jardines que la precedían. A la izquierda está el edificio de Capitanía y las dos columnas con los patronos de la ciudad.
Vemos un tranvía Primitivo pasando entonces bastante cerca del cantil del muelle. Aparentemente se dirige hacia la estación pero no es así porque por ese lado se hacía el recorrido de bajada desde la Cuesta de las Calesas mientras que en sentido contrario circulaba por la calle Lázaro Dou. Si nos fijamos la explicación consiste en que el trole había perdido el contacto con el cable, cosa que ocurría a veces y más aún posteriormente en los trolebuses. El conductor tenía que bajarse y con un cordel volverlo a su posición correcta.
El tranvía supuso también un cambio en las costumbres de los gaditanos, ya que les permitió alejarse con facilidad del casco antiguo hasta los merenderos ubicados a lo largo de Extramuros. En la foto aparece el llamado “La Victoria” en lo que hoy es la esquina de la calle Brasil.
Este medio de transporte, unido a la inauguración del balneario Victoria en 1907, fue un revulsivo para la playa, que desde entonces se convirtió en el centro de las actividades de verano y atractivo turístico.
Proyecto de Juan Batista
El barrio de San José ha ido sufriendo desde mediados del siglo XX importantes modificaciones que han hecho desaparecer la mayoría de las casas tradicionales e incluso modificado el entramado urbano. Aún quedas unas pocas casas entre la avenida de Portugal y la Plaza del Árbol. Una de estas calles lleva el nombre de “Batista” desde que le fue dado por el ayuntamiento en 1879.
Juan Bautista era una persona acaudalada e invirtió bastante dinero en el fomento del barrio de San José, construyendo varios edificios en las tierras de su propiedad próxima a la calle Adriano. Llegó a construir unas grandes instalaciones de recreo y consiguió que otras personas construyeran nuevas fábricas en incluso instalaran algunas industrias, como una carpintería. Consiguió que el número de habitantes aumentara.
Al ser un lugar alejado del casco antiguo pensó y consiguió la concesión el 1 de abril de 1872 de un tranvía de tracción animal. El trayecto iría desde la plaza San Felipe (hoy plaza de las Cortes), seguiría un trazado igual al posterior tranvía eléctrico para terminar en los Campos Elíseos. En la plaza de Isabel II (actual San Juan de Dios) tendría un ramal para el servicio de viajeros de la estación de ferrocarril.
Tras su muerte la familia no siguió con el proyecto.
Proyecto de 1904
El trazado tenía un recorrido total de poco más de un kilómetro comenzando en la Alameda de Apodaca frente a la iglesia del Carmen. Desde allí continuaría por la calle Calderón de la Barca, plaza de Mina, Antonio López, Isaac Peral (actual plaza de España) hasta la plaza de Isabel II (actual San Juan de Dios). En este último punto se establecía el enlace con la línea Cádiz - San Fernando.
Entre los requisitos técnicos de las vías se recoge el ancho de 1 metro y la alimentación eléctrica a través de un cable aéreo y trole. Especifica la distancia de los postes metálicos para Goyo del cable y permite que en calles estrechas se sustituyan por rosetones en las fachadas de los edificios cuyos propietarios lo autoricen. Aún es posible encontrar alguno.
En cuanto a los vagones se insiste en la necesidad del empleo de la madera para aislar debidamente a los pasajeros de posibles accidentes eléctricos. Llama la atención la escasa capacidad de los coches, ya que establece un número de 36 viajeros, la mitad sentados y la otra mitad en las plataformas. Además establece una división interna entre pasajeros de primera y segunda clases.
Se detallan curiosidades como que en el proyecto se incluye como dificultad el giro desde Antonio López a Isaac Peral, para el que incluye especificaciones concretas, la pendiente del 6% de la calle Antonio López y que también establece dos apartaderos para el cruce en sitios despejados: en el origen en la Alameda Apodaca y en la calle Isaac Peral.
El proyecto no incluía ninguna central eléctrica ni cocheras ya que se consideraba como una prolongación de la Cádiz - San Fernando. Las cocheras para los tres “coches automotores”, con 37 CV de potencia, estarían en San Fernando, a la entrada de la ciudad. Es el lugar donde ahora están los juzgados, un edificio entre las calles Real, avenida de la Marina y calle Batallones de Marina. De los tres coches uno quedaría como “reserva”. El presupuesto total ascendía a 141.022 pesetas.
En el proyecto se incluía también la tabla de tarifas para viajeros y mercancías, con distinción de clases en ambos casos.
Para las mercancías los precios variaban en función del tipo de mercancía, peso y también kilómetros.
Fue inaugurado el 14 de marzo de 1906. Al principio los coches realizaban el recorrido completo desde la Alameda hasta la Carraca. Posteriormente terminaban su recorrido en la plaza de la Iglesia de San Fernando, donde se hacía transbordo hasta la Carraca. El servicio duró hasta el 16 de febrero de 1952, cuando se sustituyó por trolebuses.
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