domingo, 7 de abril de 2024

Estación de El Portal

 


Este lugar servía como embarcadero del vino de Jerez hacia El Puerto y desde allí a sus lugares de exportación, especialmente al Reino Unido.

Tras salir de Jerez, la vía atravesaba trincheras y terraplenes a la altura de Vallesequillo y seguía hacia el embarcadero de El Portal. Hoy nos llama la atención pero a mediados del siglo XIX aún estaba en pleno funcionamiento. Obviamente hablamos de embarcaciones de escaso calado.

En este lugar el río Guadalete está ya en zona de meandros y tiene dos grandes giros. La estación se ubicó entre los dos en la zona más próxima al poblado y la carretera “general” hacia Jerez, que entonces pasaba por allí y no por el trazado actual.

Existe a unos metros en dirección Jerez una alcantarilla, que hoy se uso para salida de la depuradora pero en el momento de su construcción permitía el paso del Arroyo de Morales.

Desde el inicio de la linea al Puerto de Santa Maria tuvo aquí un pequeño apeadero en las proximidades del embarcadero. Francisco Sánchez Martínez escribe que en 1854 ya había un servicio de viajeros entre Jerez y El Portal para “tomar los baños” en el río. Detalla incluso los precios, que oscilaban entre los 3 y 5 reales según la “clase” del billete.



La mejor época llega a partir de 1897, cuando la Sociedad Agrícola Industrial del Guadalete, obtiene la concesión para regar dos mil hectáreas de cultivo de remolacha utilizando el agua del Guadalete mediante un azud (el “azud de la Corta”). Se construyo seguidamente una azucarera, que sólo funcionó hasta 1906, y un puente de hierro sobre el río.

La actividad agrícola e industrial facilitó que el apeadero original se transformara en una completa estación, la cual fue abierta al público el 1 de enero de 1904, medio siglo después de la inauguración de la linea. Existen noticias sobre el papel de la estación durante las inundaciones del 7 de marzo de 1917, la cual anegó enormes extensiones de terreno en los alrededores del Río y derribó numerosas viviendas en forma de chozas. Aunque la azucarera resultó afectada, la estación apenas sufrió algunos daños, más que nada en la casa del jefe de estación. El edificio sirvió de base para la salida de pequeñas embarcaciones para rescate de las personas que habían quedado aisladas en los campos cercanos.

Aunque cesara la azucarera y el embarcadero perdiera su utilidad, la población siguió siendo una de las más pobladas del entorno a Jerez. Por ello la estación siguió en funcionamiento a lo largo del siglo XX hasta que en 2007 entró en servicio el nuevo viaducto correspondiente a la línea de Velocidad Alta, que supuso una importante mejora para las comunicaciones entre Jerez y Cádiz pero dejó sin servicio la vieja estación y a la población de El Portal.



Pese a estos datos históricos, la visita hoy a la estación resulta desoladora. Es lamentable el estado de abandono y vandalismo que han sufrido el edificio y el entorno. La construcción se encuentra en un estado de ruina con el tejado parcialmente derrumbado y muros que no inspiran confianza. Por otra parte ha sufrido las ya habituales pintadas y un uso totalmente inadecuado por personas que se han aprovechado de lo poco que queda del edificio. Pese a que se han tabicado ventanas y accesos se puede apreciar que ha sido utilizado por personas como refugio e incluso vertedero de desperdicios. 



Se pueden apreciar perfectamente los dos andenes con los que contaba, así como el trazado del ferrocarril, ya desmantelado de vías y balastro por supuesto.



En el andén correspondiente a la estación aún perdura parte de  la solería de forma hexagonal e incluso la marca en color amarillo indicando a los maquinistas el punto donde debía detenerse el tren.



El otro andén lamentablemente ha sido ocupado parcialmente por algún vecino como gallinero y fácil aparcamiento. Por los restos visibles y usando Google Earth la longitud de los andenes sería de unos cien metros cada uno.

La estación dejó de tener circulación de trenes en julio de 2007 cuando se inauguró el viaducto más largo de España entre Jerez y El Puerto, que permite mayores velocidades, pero eliminaba la conexión de Cercanías con la que contaban los vecinos de El Portal.



Si bien ADIF contestó favorablemente al ayuntamiento jerezano a su petición de mantener la estación, dado el carácter histórico de la línea, el estado de conservación ya explicado y que se puede ver en las imágenes, es muy triste y los proyectos sobre su rehabilitación y uso no han pasado hasta ahora de palabras.

Junto a ella permanecen los restos de la antigua azucarera, de la cual sólo quedan los muros exteriores. Su interior ha sido habilitado como pista deportiva y en su exterior existe un modesto parque. Su mejor uso es como lugar para anidamiento de cigüeñas, lo cual constituye al menos una visión agradable.

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