sábado, 9 de septiembre de 2023

Eremitorio de Valdecanales

Eremita es una persona que por voluntad propia abandona la vida en sociedad para vivir en un lugar habitualmente aislado, sin comodidades y abasteciéndose por sus propios medios. Esto no es una singularidad del cristianismo sino que ya existía en culturas precristianas en Grecia, Egipto o Asia; así como en las religiones hinduistas, budistas, sufistas.... La vida de estas personas era extremadamente dura.

El eremita hace su vida de soledad y oración en lugares totalmente aislados sin ninguna construcción, más que la que él mismo sea capaz de habilitarse, o incluso no reside de manera fija sino que algunos se desplazaban de un lugar a otro..

En los primeros siglos del cristianismo los eremitas se fueron agrupando en eremitorios. Luego esto fue dando paso a las distintas órdenes religiosas, que tenían sus particulares reglas pero no tan exigentes. Aún así continuaron existiendo. En la Edad Media vuelve a cobrar fuerza ante el rechazo a la forma de vida en las comunidades cristianas y la riqueza que iba apareciendo en las ciudades.

Y aquí es donde encaja el eremitorio de Valdecanales. Se encuentra entre las poblaciones de Canena y Úbeda, en la provincia de Jaén, dando un rodeo por una carretera provincial que une ambas localidades. Si conocemos previamente su ubicación es bastante fácil de encontrar. Pertenece al término municipal de Rus.

Si bien la carretera es manifiestamente mejorable, el acceso al mismo no es difícil. Se encuentra a la izquierda de la carretera (en sentido hacia Úbeda) en el interior de un olivar que baja hasta un embalse. Afortunadamente hay espacio seguro para dejar el vehículo y se puede pasear entre los viejos olivos sin las alambradas a que estamos acostumbrados en otros sitios, respetando siempre estos árboles y su producción.

Al principio no se ve pero cuando nos vamos acercando destaca en el suelo una alargada cresta rocosa, que ya nos indica que vamos en la dirección correcta. Acercándonos más vemos un desnivel al otro lado de las piedras, lo cual nos confirma que estamos en el lugar adecuado.

A falta de indicación en la carretera, en sus inmediaciones existe un panel informativo. Pensamos que vamos a encontrar unas simples oquedades excavadas en la roca arcillosa pero al contemplarlo de frente nos sorprende un amplio frente (como si fuera una fachada), que en principio aparenta arcos ciegos.

No es cierto del todo. Al acercarnos vemos que esta "fachada" excavada en la roca cuenta con elementos ornamentales así como estructurales: accesos y huecos para ventilación e incluso entrada de luz en algún techo.

Hay un espacio central, que parece dedicado a lugar de culto. Tiene bóveda de cañón y acceso desde ella a otras dos dependencias menores, sobre cuyo uso sólo podemos elucubrar. Una de ellas tiene acceso directo también desde el exterior. Sobre el techo y paredes aparecen varias capas parcialmente desprendidas. En la mayoría de los casos parece corresponder a procesos naturales por las filtraciones de agua, sin embargo en algunos puntos se puede adivinar restos de cal o algún otro elemento para adecentar la sala.

El acceso desde este espacio principal a otros menores se hace mediante una "puerta" excavada al fondo, frente al acceso principal, contando también con unos escalones tallados para salvar el desnivel existente entre los suelos de estas dependencias.

A ambos lados aparecen otras oquedades no naturales, que sugieren un uso como exiguo refugio junto al lugar principal de oración.


Lo que hoy es un lugar al que hay que ir expresamente, no lo era tal durante el reino visigodo ya que por ahí pasaba el camino hacia su capital, Toledo. Estuvo en uso hasta la invasión musulmana sirviendo como lugar de culto a escondidas hasta que tuvo que ser abandonado.


Su actual facilidad de acceso permite poder conocerlo con tranquilidad pero al mismo tiempo le convierte en tentación para que "algunos" quieran dejar testimonio de su paso mediante su correspondiente y mal educado graffiti.


Su uso como lugar de refugio de ganado o almacenamiento de herramientas o productos agrícolas puede parecer poco adecuado, pero ha servido para ayudar a su conservación.



























martes, 5 de septiembre de 2023

El tranvía de la Loma

Al llegar a Canena (Jaén), localidad famosa por su castillo y por el balneario "San Andrés", llama la atención una calle llamada Ferrocarril. A poco que se rodee caminando es llamativo un edificio que se llama "La estación", aunque en la actualidad la estación ferroviaria más próxima es la denominada Linares-Baeza.

Efectivamente existió un ferrocarril que recorría la comarca. Según informaciones publicadas y hablando con vecinos, parece que existía descontento a raíz de la creación de la estación de Linares - Baeza en una ubicación que no satisfacía a los ciudadanos de Úbeda ni de Baeza.

Este fue el origen para que un grupo de empresarios se decidiera a crear una línea ferroviaria que comunicara las poblaciones y facilitara la salida al mercado de los productos agrícolas, especialmente procedentes del olivar de la comarca de La Loma. La línea no solamente servía para relacionar la estación de Linares-Baeza con Úbeda y Baeza sino que contaba también con un ramal que pasaba por Canena.


La estación concretamente se encuentra ubicada junto a lo que era antigua carretera, hoy convertida en comarcal debido al trazado de la nueva autovía que deja aislada a la población.

El ramal que llegaba hasta Canena también lo hacía hasta la localidad próxima de Ibros. Aunque hablemos del ferrocarril de La Loma si tenemos en cuenta las características técnicas que se describen en la documentación, nos encontramos ante un ferrocarril de vía estrecha perfectamente justificado para transitar por un terreno sinuoso entre lomas y olivares, y además con una tensión eléctrica que nos hace calificarlo más como tranvía que como ferrocarril. Por esto deberíamos hablar con propiedad del "Tranvía de La Loma" más que del ferrocarril.

Llama la atención detrás del edificio de la antigua estación de Canena una explanada rodeada de un muro, que en un principio parece recordar un antiguo mercado por la simplicidad de los muros y herrajes iguales en sus ventanales, pero al consultar funcionó como depósito de material ferroviario de automotores de la marca Naval, los cuales permanecieron estacionados algún tiempo en estas cocheras tras el cierre de la línea el 15 de enero de 1966 y luego fueron repartidos entre el ferrocarril eléctrico del Guadarrama, el Amorebieta - Bermeo y la mayoría a los antiguos ferrocarriles catalanes, que entonces eran explotados por FEVE.

La información recogida hace pensar que este ferrocarril o tranvía había ido deteriorándose con el paso de los años. Al principio de la década de los 60 el plan Jaén promovido por el gobierno supuso una renovación total de la línea, tanto en cuanto a catenaria, renovación de vías, nuevas instalaciones eléctricas e incluso una estación subterránea bajo las vías de Renfe de Linares-Baeza.

Sin embargo y en 1966 se cierra la línea definitivamente. Por una parte parece que existían presiones por parte del Banco Mundial sobre el estado español para que no se continuara con la construcción de nuevas líneas ferroviarias.

En la fotografía de la estación de Baeza - Ciudad se ve el tranvía nº 14 del Ferrocarril Eléctrico de la Loma. Como se puede apreciar, la estación era término de la línea, debido a que el Ferrocarril de La Loma tenía un trazado en forma de "Y", la línea partía de la estación de Baeza-Empalme y llegaba hasta el Santuario de La Yedra, donde se bifurcaba en dos ramales, uno hacia Úbeda y otro hacia Baeza-Ciudad. Otro ramal era el que partía desde Tres Olivas y tras pasar por Ibros llegaba también hasta Baeza-Ciudad. Foto: Trevor Rowe, archivo del Museo Vasco del Ferrocarril.

Por otra parte es un dato digno de tener en cuenta que el entonces miembro del Consejo de Estado y posteriormente presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, fuera el instigador del cierre de la línea de la sierra y a la vez tuviera intereses en la línea de autobuses Alsina Graells, que sería la que se encargaría de dar el servicio que hasta entonces prestaba el ferrocarril.



Fotografía de coche número 17 con remolque en la estación de Canena. 1958


Automotor nº 11. La vía superior era la línea que iba a Baeza e Ibros con trasbordo en la estación de Tres Olivas, para conectarse con la de abajo que partía de Úbeda y pasaba por La Yedra, Rus y Canena. Año 1955. Foto: Archivo de la Fundación Sancho el Sabio.








Información a partir de redacción y fotografías propias así como obtenidas del grupo de Facebook "El ferrocarril en Andalucía".