De acuerdo con la Ley de Ferrocarriles Secundarios de 1904 Ángel Torrejón, vecino de Jerez de la Frontera, presentó una solicitud al Ministerio de Fomento de un ferrocarril secundario de Jerez a Arcos de la Frontera. El trazado partiría de las inmediaciones del Ferrocarril de Sevilla a Jerez y Cádiz por la Ronda y el puente de los Alunados hasta la alcantarilla del Arroyo de la Garrapata, donde dejaba la carretera de Jerez a Ronda siguiendo fuera de ella unos 1.600 m, volviendo de nuevo a la carretera hasta alcanzar Arcos de la Frontera.

Aunque se ubicaba en la pedanía de Jédula, término municipal de Arcos de la Frontera, la incluyo en este apartado puesto que su conexión era únicamente con la estación de Jerez. La Azucarera de Jédula inició su actividad en el año 1970 y para atender sus necesidades de transporte de mercancías se construye ese mismo año un ramal de unos 1.500 metros entre sus instalaciones y la estación de Jédula, situada ésta en el km. 21,474 de la línea nunca terminada que debería haber llegado desde Jerez hasta Almargén.
Para el transporte hasta la estación de Jerez de la Frontera se utilizaron tolvas «SUCRAN» y vagones de bordes medios, los cuales eran remolcados por locomotoras ALCO de la serie 1600, aunque desde el verano de 1989 hasta 1991 también lo hizo la ALCO 1300 que estaba destinada en Jerez para las maniobras y que procedía de Almería. Posteriormente recuperó de nuevo este servicio la 1601, pintada ya de colores “taxi”, pero fue durante un corto periodo de tiempo, siendo por tanto la última en prestar servicio.
En la imagen precisamente vemos a la ALCO 1601 con la decoración "taxi" remolcando tolvas vacías hacia la Azucarera de Jédula. Una vez llegaba a la estación un pequeño tractor se hacía cargo de llevar las tolvas hasta la azucarera por el ramal. Al fondo se ve otra azucarera, en este caso es la de Guadalcacín..

La estación de Jédula tenía una actividad mínima y limitada a la campaña de la remolacha. Hasta aquí llegaron los trenes del fallido ferrocarril de Jerez a Almargén. En la imagen vemos una serie de vagones de bordes medios utilizados para el trasporte de mercancías de la cantera. La estación contaba con andenes de carga y pasajeros así como almacenes.
La estación de Jédula tenía una actividad mínima y limitada a la campaña de la remolacha. Hasta aquí llegaron los trenes del fallido ferrocarril de Jerez a Almargén. En la imagen vemos una serie de vagones de bordes medios utilizados para el trasporte de mercancías de la cantera. La estación contaba con andenes de carga y pasajeros así como almacenes.
Aunque el caserío de Jédula está a unos tres kilómetros de la estación, prácticamente había que ir hasta Jerez cuando se necesitaba algo.
La línea seguía hacia Arcos de la Frontera con vías pero nunca llegaron a circular trenes de viajeros, tan solo algún tren de pruebas. El 2 de marzo de 1957 llegó a Arcos una locomotora con material para los trabajos de la vía férrea. Todos soñaban con la inminente aparición del tren...Fue operada por RENFE. La estación de Arcos terminó usada como cuartel de bomberos. Tras la Guerra Civil (1936-1939) el proyecto no se reanudó y fue abandonado pese a que la plataforma estaba hecha hasta Olvera, incluyendo túneles y puentes. Las vías y traviesas se instalaron hasta Arcos. Hoy día se usa como Vía Verde el trayecto entre Puerto Serrano y Olvera.

En la siguiente imagen se ve un brocal de pozo de unos 2 m de diámetro con paredes de hormigón que aunque con mal mantenimiento sigue en funcionamiento con señas de aparente uso y protección de un cortijo cercano. Este pozo fue de vital importancia para el correcto funcionamiento de toda la estación de carga y descarga de remolacha, ya que al no existir red de abastecimiento fue en sus principios la única fuente de agua de la que disponía toda la instalación. Atendía tanto a las necesidades del ferrocarril como a todo el personal encargado del movimiento de la remolacha con destino a la fábrica de refinado de azúcar y su posterior distribución nacional.

El cortijo de Yllena (o de Illena en otras fuentes) desaparecido con este nombre, es el actual cortijo de La Torre oculto a los viajeros que circulan por la carretera tras las lomas cercanas al cortijo de La Cantarera a la derecha del camino. Por sus tierras aún se conserva la vieja traza del ferrocarril de la Sierra que comunica con la antigua estación de Jédula.

La Azucarera de Jédula, perteneciente a la Compañía de Industrias Agrícolas, se construyo a lo largo de los años 1968 y 1969 y llevaría a cabo su primera campaña en 1970. Las décadas de los 70 y 80 del siglo XX son también las del auge de la remolacha y de las azucareras en las campiñas gaditanas. Son los años en los que el cultivo alcanza s mayor expansión, llegando a sobrepasar en sus momentos punteros las 50.000 hectáreas de superficie, que situaban a la provincia de Cádiz a la cabeza nacional llegando a concentrar el 25% de la producción española y el 60% de la andaluza. Esta industria seguiría progresando y dando sus frutos al pueblo, registrando una baja actividad en temporada baja pero a pleno rendimiento en temporada alta, convirtiéndose así en una de las azucareras mas importantes de la provincia gaditana y aportando grandes cantidades de beneficios económicos tanto para el pueblo como para los habitantes.

Las políticas agrarias comunitarias (PAC), las regulaciones del mercado y de producciones, la OCM, la asignación de cupos, las bajadas de precio de la remolacha, las fusiones empresariales, los intereses de las multinacionales de la alimentación… trajeron como consecuencia el declive, cierre y demolición de la planta de Jédula 2001.