jueves, 30 de enero de 2025

El tráfico de esclavos en Cádiz





La esclavitud fue legal en España hasta 1820. A partir de entonces será trata clandestina hasta su prohibición, primero en la península y luego en los territorios de ultramar hacia finales del siglo XIX.

Carlos III es conocido popularmente como "el mejor alcalde de Madrid" por sus obras públicas sin embargo algunos historiadores le califican como "el sobrevalorado". Uno de sus aspectos más oscuros es que llegó a convertirse en el mayor propietario de esclavos de España alcanzando la cifra de unas 20.000 personas.

La defensa de los territorios en América suponía enormes gastos que esquilmaban la producción de plata. Carlos III decide impulsar la economía de los virreinatos a base de hacer crecer los cultivos de azúcar. Para ello necesita abundante mano de obra y no tiene escrúpulos en recurrir a los esclavos, igual que estaban haciendo ya Francia e Inglaterra. Libera el tráfico de esclavos y encarga el negocio a compañías españolas, como la Compañía Gaditana de Negros, las cuales crecen ante la demanda de mano de obra. De manera repugnante se refieren a estas personas esclavizadas como "mano de obra parlante".

Es poco conocido por los ciudadanos pero esclavitud y comercio de seres humanos hubo en Cádiz y no poco. De hecho cuando la esclavitud estaba ya desprestigiada y prohibida en la península e islas, fue Cádiz el último puerto de esclavos hacia América.

Apenas quedan vestigios de esta vergonzosa actividad o pasan inadvertidos, por ejemplo: tallas de vírgenes negras, cofradías “de los morenos” y concretamente en Cádiz: el Callejón de los Negros y el Baluarte de los Negros.

Se estima que durante los siglos XVI, XVII y XVIII pasaron por Cádiz unos 20.000 esclavos de diferentes etnias y procedencia: negros, turcos, moros y asiáticos. Las medidas liberalizadoras del tráfico negrero de 1765 permitieron que Cádiz fuera la ciudad española donde se funda la primera empresa negrera española: La “Compañía Gaditana de Negros” en 1765 ubicada en la Casa de Contratación y que estuvo operativa hasta 1772. Por contrato (llamado “asiento”) con la monarquía española debían suministrar determinado número de esclavos a las colonias españolas en América y el incumplimiento de estas cláusulas podría ser causa de rescisión del contrato, lo que en parte sucedió.

La Compañía Gaditana de Negros, comenzó en 1765, con la fragata La Venganza, para comprar hasta 700 negros, aunque sólo obtuvieron unos 250 con características especiales tales como la estatura, de siete palmos (llamados piezas) frente a los de menor estatura (llamados mulencón y mulenque) incluyendo a mujeres y niños, pagando a la Corona un tributo de 40 pesos por pieza y algo menos por mulencones y mulenques.


Entre los trámites, para la identificación se le marcaba con el carimbo (marca de la compañía) y se escrituraban las ventas. Las operaciones de la Compañía se efectuaban en navíos de bandera española, francesa e inglesa. Los esclavos negros eran marcados doblemente con un hierro al rojo vivo con la R (marca del Rey) y con el carimbo tal y como se lleva a cabo con la ganadería, siendo marcados en la espalda o pecho (hombres) y espalda o brazos (mujeres). Carimbo significa marcar o sellar y es un portuguesismo, lengua oficiosa de la trata puesto que durante más de dos siglos, tratado de Tordesillas por medio, el monopolio negrero estuvo en manos portuguesas.


La Compañía tenía capacidad para traficar con unos 1.500 negros al año a Cartagena, 1.000 a Cuba y unos 500 a Santo Domingo, Margarita y Puerto Rico. Cuando desembarcaban un representante del rey y otro de la compañía hacían la comprobación de la “mercancía”: número de esclavos y clasificación por edades, altura, sexo, complexión y marcaban con el carimbo. Si algún negro era conflictivo se le cortaba la cara con un cuchillo y así se le podía identificar si escapaba y era detenido.

En 1772 la compañía se declara en quiebra por la presión antiesclavista de Gran Bretaña y no poder cumplir el contrato con la cantidad de negros acordada. Renace después por nuevos privilegios reales dedicada al tráfico negrero y también a mercaderías como azúcar, café etc. La disolución definitiva se produce en 1779 por problemas económicos y por las medidas del Reino Unido contra la trata desde 1772, que originarían años después el Acta del Comercio de Esclavos en 1807.